(CEC 683-747)
Pentecostés
Espíritu significa viento, soplo, poder.
El Espíritu Santo es la
tercera persona de la Ssma. Trinidad, Dios verdadero, como el Padre y el Hijo.
Procede
del Padre y del Hijo, quienes lo enviaron al mundo para vivificar y santificar
a los hombres.
Jesucristo
prometió a los apóstoles que les enviaría el Espíritu Santo, el cual les
recordaría y les ayudaría a entender todo lo que El le había dicho.
Leemos Hch 2, 3-4
Los judíos
celebraban la promulgación de la ley, hecha en el Monte Sinaí, cincuenta días
después de la liberación de la esclavitud de Egipto.
Pentecostés significa quincuagésimo día.
A los
cincuenta días de la resurrección de Cristo, los Apóstoles reciben el Espíritu
Santo.
El
día de Pentecostés estaban todos los Apóstoles reunidos en un mismo lugar, y de
repente se produjo un ruido del cielo, como de un viento impetuoso que llenó
toda la casa donde residían. Aparecieron lenguas de fuego como divididas que se
posaron sobre cada uno de ellos. Las lenguas de fuego indicaban que el Espíritu
Santo venía a santificarnos por medio de la luz de la verdad y el calor del
amor.
La
acción del Espíritu Santo en los Apóstoles los hizo fuertes, audaces y santos
para anunciar el Evangelio con fidelidad a todo el mundo.
La
Iglesia quedó constituida en templo del Espíritu Santo; El la santifica y hace
que los bautizados se unan a la Santísima Trinidad.
¿Cómo
nos santifica el Espíritu Santo?
El
Espíritu Santo nos santifica por medio de la gracia, de las virtudes y de sus
dones.
¿Qué
son los dones del Espíritu Santo?
Los
dones del Espíritu Santo son disposiciones permanentes, infundidas por Dios,
que hacen al hombre dócil, para seguir los impulsos del Espíritu Santo. Estos dones del Espíritu Santo son:
Sabiduría, entendimiento, Consejo, Fortaleza, Ciencia, Piedad y Temor de Dios.
El Espíritu
Santo es el amor mutuo del Padre por el Hijo y del Hijo por el Padre:
Es el amor del
Padre, porque por ese amor ama a su Hijo, se ama a sí mismo, nos ama a nosotros
que somos obra de sus manos.
Es el amor del
Hijo, porque por ese amor el Hijo ama al Padre, se ama a sí mismo y nos ama a
nosotros a quienes el Padre ha creado por el Hijo.
Con ese amor
infinito, inmutable, Dios nos ama desde la eternidad en su Hijo,
independientemente de nuestra debilidad y fragilidad humana.
El Espíritu Santo es el Amor
Misericordioso, revelado por Cristo y confirmado en las revelaciones a Santa
Margarita María de Alacoque (1647-1690) y Santa Faustina Kowalska (1905-1938)
Los
nombres del Espíritu Santo
La Escritura, la Iglesia,
los santos, se refieren al Espíritu Santo de diversas maneras:
Paráclito (=consolador), porque es fuente de todos los
consuelos
Espíritu
Vivificador, pues con la gracia Santificante que derrama da
verdadera vida.
Espíritu de Luz
Espíritu de
fuerza, de sabiduría, de bondad: pues excita en nosotros
una u otra de esas virtudes.
Espíritu de la
Promesa
Espíritu de
Dios
Espíritu de
Cristo
Espíritu de
Verdad
Abogado
Dulce huésped
del alma
Luz de los
corazones
Espíritu de Amor (Santa
Teresita del Niño Jesús)
Manifestaciones
del Espíritu Santo
El Espíritu Santo se mostró a los hombres:
En la Creación
(Gn 1, 2)
En la
Encarnación (El Espíritu Santo descenderá sobre tí. Lc 1,35)
En el Bautismo
de Jesús, en forma de paloma (Lc 3, 22)
El día de la
Transfiguración, en forma de nube (Mt 17,5)
El día de
Pentecostés, en forma de lenguas de fuego
Son
símbolos del Espíritu Santo:
el agua: agua viva que brota
de Cristo crucificado como de un manantial; agua bautismal que nos hace nacer a
la gracia.
el fuego: que simboliza la
energía transformadora. Llama de amor viva, que alumbra, purifica, inflama el
corazón. La tradición espiritual conserva el simbolismo del fuego como uno de
los más expresivos de la acción del Espíritu Santo.
la nube: que cubre con su sombra a María; a Jesús en el Tabor; que sigue
al pueblo elegido en su marcha por el desierto.
el dedo de Dios que escribe
las Tablas de la Ley. El Himno Veni
Creator invoca al Espíritu Santo como dedo
de la diestra del Padre.
la unción con el óleo, que
recuerda la Unción primera realizada por el Espíritu Santo: la de Jesús, el
Mesías (=Ungido).
el sello con el que Dios nos
marca. Esta imagen se ha utilizado para expresar el carácter imborrable impreso
para algunos sacramentos (Bautismo, Confirmación, Orden) que no pueden ser
reiterados.
la imposición de manos:
signo de la efusión todopoderosa del Espíritu Santo.
la paloma: Símbolo de
inocencia, pureza y fecundidad. Este símbolo es tradicional en la iconografía
cristiana.
En algunos
templos, la Santa Reserva eucarística se conserva en un receptáculo metálico en
forma de paloma (columbarium)
suspendido por encima del altar.
El Espíritu Santo es el alma
de la Iglesia; es decir, la vivifica, le comunica gracia, la hace fecunda en
santos, asiste al papa para que sea infalible. Los canales por donde
derrama el Espíritu Santo la gracia en
las almas son los Sacramentos.
Pecados
contra el Espíritu Santo
Presunción de salvarse sin
ningún mérito
Desesperación de la
misericordia de Dios
Impugnación de la verdad
conocida para pecar con mayor libertad
Envidia de los bienes sobrenaturales
que nuestro prójimo ha recibido de Dios
Obstinación en el pecado
Propósito de morir sin
penitencia
No
olvidemos que debemos al Espíritu Santo el mismo culto que al Padre y al Hijo.
Debemos por tanto adorarlo, pedirle gracias, invocarlo, celebrar fervorosamente
la fiesta de Pentecostés, corresponder dócilmente a sus inspiraciones, recibir
con devoción el sacramento de la Confirmación y procurar
que otros lo reciban.
Preguntas resumen:
1. ¿Quién es el Espíritu
Santo?
La Tercera Persona de la Sma. Trinidad.
2. ¿El Espíritu Santo es
Dios?
Sí, el Espíritu Santo es Dios.
3. ¿Cuál es la misión del
Espíritu Santo?
Iluminarnos, guiarnos, darnos fuerza, ser nuestro consuelo y nuestro gozo.
4. ¿Cuándo reciben los
apóstoles de un modo visible el Espíritu Santo?
El día de Pentecostés en el Cenáculo de Jerusalén.
Actividad:
1. Recitar alguna de las siguientes
oraciones al Espíritu Santo:
Oración
al Espíritu Santo,
atribuida
a Fernando, Rey de Castilla
Espíritu
Santo, Amor del Padre y del Hijo,
inspírame
siempre lo que debo pensar,
lo que
debo decir, y cómo lo debo decir,
lo que
debo callar,
lo que
debo escribir,
cómo
debo obrar,
lo que
debo hacer
para
procurar Vuestra Gloria,
el bien
de las almas
y mi
propia santificación. Amén
Oración
de San Ildefonso a la Virgen
pidiendo
recibir el Espíritu Santo
Te
suplico encarecidamente, Oh Virgen Santa:
Que yo
reciba a Jesús, por aquel Espíritu
por obra
del cual tú misma engendraste a Jesús.
Que mi
alma reciba a Jesús, por aquel Espíritu
por obra
del cual tu carne concibió al mismo Jesús.
Que yo
ame a Jesús en aquel mismo Espíritu,
en el
que tú lo adoras como Señor
y lo
contemplas como Hijo.
Amén.