Módulo 3:La Creación


La creación de Adán y Eva
(CEC 279-421)

Citas Bíblicas: Creación de la nada 
Gen 1,2
2Mac 7,28
Rom 4,17
Ap 4,11
Hch 4,24; 7,49-51
Ef 3,9
Heb 11,3

Crear es hacer algo de la nada. Al crear el mundo, Dios no lo sacó de sí mismo, de su propia substancia, como enseñan los panteístas, por que siendo  Dios no puede dividirse. Tampoco lo sacó de otra cosa, porque nada existía antes de El. Luego, lo sacó, lo creó de la nada: hizo que exista ahora, lo que antes no existía.

Sólo Dios puede crear
Cuando decimos que un artista crea una obra de arte, damos al verbo crear un significado muy amplio; en realidad, no crean, sino que combinan con ingenio y talento, cosas ya creadas: colores, palabras, sonidos.  El hombre no crea, sino que fabrica, produce, transforma los objetos; sin materia  no puede hacer cosa alguna y es imposible para el hombre crear materia de la nada.
En cambio Dios no necesita valerse de instrumentos  o de materia para crear. Crea el universo, con un acto de su voluntad, con un acto infinito de pensamiento.


La creación es obra de la Santísima Trinidad
 Leemos en Gn 1,1: En el principio Dios creó el cielo y la Tierra.
Y en Jn 1,1-3: En el principio era el Verbo... y el Verbo era Dios...Todo fue hecho por El y sin El nada ha sido hecho.
En el Credo Niceno-Constantinopolitano (s. III) afirmamos la acción creadora del Espíritu Santo: dador de vida (Espíritu Creador)

Citas Bíblicas: J.C. ejerce la función creadora:
Jn 1,1-3
1Cor 8,5-6
Col 1,15-16
Cfr. Prov 8,22 ss.

Dios crea el cielo y la tierra
Esto significa, todo lo que existe. El mundo visible y también el invisible. Es decir, el “lugar” de los seres espirituales - el cielo- y el de los seres corpóreos - la tierra, los planetas, etc.-.


El mundo invisible
La existencia de los ángeles es una verdad de fe.
Angel significa nuncio, mensajero, enviado.
Dios los creó para que le sirvan y alaben eternamente y para que ayuden al hombre a alcanzar su último fin.

Los ángeles  son seres puramente espirituales. Son criaturas personales e inmortales; tienen inteligencia y voluntad. Su inteligencia no es como la de Dios, pero sí muy superior a la del hombre. Y superan en perfección a todas las criaturas. Como son puro espíritu no tienen forma o figura sensible. Si los representamos con aspecto de jóvenes alados y hermosos es por que el pensamiento humano no puede “pensar” lo que no tiene forma, ni color, ni tamaño, ni edad, ni cuerpo. Por otra parte, a veces los ángeles se han manifestados a los hombres con aspecto humano.

La Escritura no dice cuándo fueron creados, pero sí sabemos que fueron creados antes del hombre, puesto que es un ángel caído quien tienta a Adán.

Tampoco conocemos su número, pero de los libros sagrados se deduce que son muy numerosos.
Los ángeles no son todos iguales. De hecho son todos distintos. No hay un ángel igual a otro. Cada ángel agota su propia especie. Se los ha clasificado en nueve coros o jerarquías: Angeles, Arcángeles, Virtudes, Potestades, Principados, Dominaciones, Tronos, Querubines y Serafines. Cada jerarquía se distingue según el mayor o menor grado de claridad con que reflejan las perfecciones divinas.
A lo largo de toda la Escritura, se menciona la intervención de los ángeles. Sólo se menciona con nombre propio a Gabriel que anuncia a María la Encarnación (Lc 1,26); a Miguel (Dan 10,13-21; 12,1; Ap 12,7) y a Rafael (Tob 5,1-12).

Citas Bíblicas: Ángeles
Col 1,16
Heb 1,14
Sal 102,20; 148,2
Ap 5,11-12;12,7-9
Lc 1,26-38
Hch 5,19; 12,7-11
Mt 18,10; 13,19; 25,41
Jn 12,31

El Ángel de la Guarda
Cada hombre tiene un ángel, llamado Ángel Custodio o Ángel de la Guarda, que le acompaña desde que es concebido. Incluso las naciones y ciudades y países tienen sus ángeles custodios. Debemos honrar a nuestro Ángel de la Guarda, rezándole, dándole gracias por sus muchos beneficios, siguiendo sus inspiraciones. Dios ha concedido a muchas almas puras (por ejemplo a S. Wenceslao, rey de Bohemia) el ver a su Ángel Custodio.

El Papa Juan XXIII en un discurso en la Basílica Santa María de los Ángeles (9/9/62) afirmaba que no sólo podemos “conversar” con nuestro ángel custodio, sino con el ángel de los demás.


Infidelidad de los ángeles
La mayor parte de los ángeles conservaron la santidad que habían recibido de Dios en su creación. Pero fueron creados libres; y un gran número de ellos eligió rebelarse contra Dios. Por su soberbia, al desobedecer a Dios, fueron condenados por toda la eternidad puesto que la elección de los ángeles, al ser espíritu puro, es una elección de una vez para siempre. No hay posibilidad de arrepentimiento en el ángel, por eso no tuvieron redención. El pecado de los ángeles caídos (=demonios) es aversión definitiva para el bien.

El mundo visible
En el libro del Génesis (palabra griega que significa generación) se relata la creación del mundo visible como una secuencia de seis días de trabajo que terminan en un séptimo día de reposo. Esta secuencia revela una jerarquía de las criaturas, que van de lo menos perfecto (el primer día, la luz), hasta lo más perfecto, (sexto día, el hombre).
Los días del Génesis no deben interpretarse como días de 24 horas. Un día de creación puede significar menos de un segundo, o años, o siglos.

La Providencia
Pero la creación, que por ser obra de Dios es perfecta, no salió plenamente acabada de las manos de Dios. Fue creada en estado de vía, hacia una perfección todavía sin alcanzar, perfección a la que Dios la destinó. Llamamos Divina Providencia a las disposiciones por las que Dios conduce la obra de su creación hacia esta perfección. La solicitud de la divina providencia es concreta e inmediata; tiene cuidado de todo, de las cosas más pequeñas hasta los grandes acontecimientos del mundo y de la historia; providencia es la acción llena de sabiduría y de bondad, por la cual Dios conduce a cada criatura al fin particular  que le ha señalado, y al fin general que es su propia glorificación. La Providencia guía con sabiduría y amor a todas las criaturas.
En una acepción amplia, providencia es el cuidado que Dios tiene de todas sus criaturas.


¿Por qué crea Dios al mundo?
El mundo ha sido creado para la gloria de Dios; es decir, Dios crea “no para aumentar su gloria sino para manifestarla y comunicarla” (San Buenaventura). Dios no tiene otra razón para crear más que su infinito amor, para que las criaturas participen de su bondad, de su sabiduría, de su belleza.


Creación del hombre
El ser más noble creado por Dios sobre la tierra es el hombre, creado a imagen de Dios, y lo creó para conocerle, amarle y servirle en esta vida y gozarle en la vida eterna.
Esto significa que sólo el hombre está llamado a participar en la vida de Dios; sólo el hombre es capaz de conocer y amar a su creador. Es la única criatura a la que Dios ha amado por sí misma. Todas las otras cosas fueron creadas para servir al hombre.

Dios crea al hombre por amor, y por amor le dio un ser capaz de gustar de su Bien eterno (S. Catalina de Siena)


Por haber sido creado a imagen de Dios, el ser humano tiene dignidad de persona: no es algo, es alguien.

La persona es un ser singular, por lo tanto, mucho más que un individuo, que es parte de un todo y es substituible. Un perro mascota que muere, es reemplazado por otro perro; si muere un hijo, nunca será reemplazado por otro hijo.


El hombre es una unidad sustancial de cuerpo y alma. En el hombre, la materia y el espíritu no son dos naturalezas unidas, sino que unidas forman una única naturaleza.

El cuerpo proviene directamente de los padres; el alma es creada directamente por Dios.
La vida del hombre comienza cuando Dios le infunde el alma en el preciso instante de su concepción en el seno materno.

El cuerpo muda, envejece, cambia, perece; pero el alma es siempre la misma, pues es una sustancia espiritual (=inmaterial). En sus operaciones no depende de la materia y al separarse de ésta (con la muerte)  sigue subsistiendo, es inmortal y se unirá nuevamente al cuerpo en la resurrección.

El alma está dotada de dos potencias (facultades) que son la inteligencia y la voluntad
Inteligencia significa leer dentro (intus legere). Es la facultad que tiene el hombre de conocer el ser de las cosas. Todos los hombres tienen inteligencia, aún los menos dotados.
La Voluntad es la facultad por la cual el hombre tiende hacia el bien que le muestra la inteligencia. Si muchas veces la voluntad se inclina al mal, no es precisamente porque lo quiera en sí, sino porque se le presenta bajo el aspecto de un bien.

Como la voluntad es libre (Dios no nos obliga a ser buenos), podemos escoger el mal o el bien, cumplir la ley o no cumplirla, hacer  una cosa o no hacerla.. Pero la libertad no implica que el hombre es libre para hacer el mal: si elige el mal - y nadie se lo puede impedir- es por abuso de la libertad que Dios le ha dado.
Es falsa pues la posición de quienes afirman que el hombre es dueño de su libertad y puede hacer lo que le venga en gana: el hombre es verdaderamente libre cuando utiliza su libertad buscando y eligiendo el bien.
La elección del mal hace al hombre esclavo de su egoísmo.

La verdad os hará libres.(Jn 8,32)

La Libertad Del Hombre

«Dios ha querido “dejar al hombre en manos de su propia decisión” (Sir 15, 14). Para que pueda adherirse libremente a su Creador y llegar así a la bienaventurada perfección.

La libertad es el poder de obrar o de no obrar y de ejecutar así, por sí mismo, acciones deliberadas. La libertad alcanza su perfección, cuando está ordenada a Dios, el supremo Bien.

La libertad caracteriza los actos propiamente humanos. Hace al ser humano responsable de los actos de que es autor voluntario. Es propio del hombre actuar deliberadamente.

La imputabilidad o la responsabilidad de una acción puede quedar disminuida o incluso anulada por la ignorancia, la violencia, el temor y otros factores psíquicos o sociales.

El derecho al ejercicio de la libertad, especialmente en materia religiosa y moral, es una exigencia inseparable de la dignidad del hombre. Pero el ejercicio de la libertad no implica el pretendido derecho de decir o de hacer cualquier cosa.

 “Para ser libres nos libertó Cristo” (Ga 5,1) 1)                                                                                           
 La libertad es una propiedad de la voluntad humana. El hombre puede hacer el bien o el mal porque su voluntad es libre. (Cf. Juan Pablo II: Memoria e Identidad, p. 54)


La Escritura nos dice que Dios crea al hombre varón y mujer. Fueron constituidos en estado de santidad y de justicia original, por la cual todas las dimensiones del hombre estaban fortalecidas. Es decir, había armonía entre el varón y la mujer y entre el hombre y las cosas creadas. El hombre tenía dominio de sí y tenía dominio sobre los animales, las plantas, etc. El trabajo no era fatigoso, no se enfermaba, no moría y vivía en amistad y familiaridad con Dios.

Además del cuerpo y del alma Dios dio a Adán y Eva la gracia santificante: es un don divino que hace al hombre hijo de Dios y hgerederodel cielo. La gracia es una participación en la vida de Dios.

Toda esta armonía de la justicia originaria se perderá con el pecado de Adán y Eva.

Pecado Original
Es el primer pecado del hombre y el origen de todos los pecados de los hombres.

La Escritura en el relato de la caída utiliza un lenguaje literario (Eva convidando a Adán por sugestión del demonio un fruto prohibido). Pero la lectura de este pasaje debe enseñarnos que:
fue un hecho real
sucedido en los comienzos de la historia del hombre
fue pecado de desobediencia a Dios
implicó preferirse a sí mismo en lugar de Dios (soberbia)                                             
fue cometido libremente
toda la historia humana está marcada por este pecado


Las palabras del libro del Génesis “seréis como dioses en el conocimiento del bien y del mal” significan “decidiréis por vosotros mismos lo que está bien y lo que está mal” (Cf. Juan Pablo II: Memoria e Identidad, p. 18)


En Gen 3,1-5 aparece el demonio como el tentador. ¿Es cierto que nos tienta el demonio? Algunos consideran las tentaciones como imaginarias, pero no es así. El demonio nos tienta principalmente por dos razones:
a) por envidia. La envidia es un gran pesar por el bien ajeno. El demonio envidia al hombre pues él está destinado a ocupar en el cielo, el lugar del cual fueron desposeídos los ángeles rebeldes.
b) por odio a Dios. Al no poder hacer nada contra Dios, el demonio desahoga su odio contra el hombre que es imagen de Dios.

El demonio nos tienta según la expresión de San Pedro: como un león rugiente gira de continuo  alrededor de nosotros buscando a quien devorar. A veces bandas de demonios atacan a cada uno. Pero nosotros podemos vencer al demonio. San Agustín expresa gráficamente esta verdad diciendo que el demonio es un perro atado: Jesucristo lo ató al árbol de la cruz. Si está atado tiene un poder muy limitado: no puede ir más allá de lo que le permite la cadena. Por consiguiente, sólo morderá a quien se le acerque demasiado y jamás a los que se mantienen a prudente distancia.

Todos los descendientes de Adán heredan este pecado. Todo el género humano está implicado en el pecado original. Todos nacemos con el pecado original.
Esto es un misterio que no podemos comprender plenamente. Pero sabemos por la Revelación que Adán había recibido la santidad y justicia originaria no para él solo, sino para toda la naturaleza humana; al ceder a la tentación cometió un pecado personal que afecto su naturaleza humana,  y que transmitirá en estado caído, por propagación. Una naturaleza humana privada de santidad y justicia originaria, no puede transmitir santidad y justicia originaria.

Si bien toda la descendencia de Adán nace con el pecado original, éste no es un pecado cometido sino contraído; no es una falta personal, (pues no es voluntario en nosotros) sino una privación  de la santidad, que recuperamos con el Bautismo.

Sólo María fue preservada del pecado original.

La consecuencia del pecado original es la pérdida de todos los bienes de que habíamos hablado; la naturaleza humana estará debilitada e inclinada al mal, está sometida a la ignorancia, al sufrimiento, al dolor, las enfermedades, la muerte. Con el pecado original nuestros primeros padres perdieron la gracia santificante.

La doctrina del pecado original es un dogma definido en el Concilio de Trento en 1546

Tras la caída, el hombre no quedó abandonado por Dios; por el contrario, es tan grande el amor de Dios por los hombres, que les anuncia un Redentor, un Salvador




 Preguntas resumen:

1. ¿Cómo manifiesta Dios su poder?
Dios  manifiesta su poder en las obras de la creación.
2. ¿Qué significa que Dios es Creador?
Significa que todo lo ha hecho de la nada.
3. ¿Para qué creó Dios el mundo?
Para manifestar y comunicar su gloria. Para que todas las criaturas participen de su bondad, verdad y belleza.
4. ¿Qué significa que Dios creó el cielo y la tierra?
Significa que Dios creó todo lo que existe.
5. ¿Quiénes son los ángeles?
Son criaturas puramente espirituales dotadas de inteligencia y voluntad
6. ¿Por qué creó Dios a los ángeles?
Para que sean sus servidores y mensajeros.
7. ¿Tienen los hombres un ángel custodio?
Sí. Los hombres tiene un ángel custodio o Angel de la Guarda, como protector para conducirlo al cielo.
8. ¿Quiénes son los demonios?
Son ángeles que se rebelaron contra Dios y fueron condenados al infierno.
9. ¿Cómo crea Dios al hombre?
Dios crea al hombre a su imagen y semejanza.
10. ¿Para qué crea Dios al hombre?
Para amarlo y servirlo en esta vida, y gozarlo en la vida eterna.
11. Además del cuerpo y del alma inmortal, ¿qué dio Dios al hombre?
La gracia santificante.
12. ¿Qué es la gracia santificante?
Es un don divino que hace al hombre hijo de Dios y heredero del cielo.
13. ¿Adán y Eva obedecieron a Dios?
No. Tentados por el demonio, no confiaron en Dios y le desobedecieron.
14. ¿Cómo se llama el pecado que cometieron nuestros primeros padres?
Se llama pecado original, porque es el origen de todos los pecados de los hombres.
15. ¿Cuáles fueron las consecuencias del pecado original?
Por el pecado original, Adán y Eva perdieron la gracia santificante y quedaron sujetos al sufrimiento, a la muerte, e inclinados al mal.
16. ¿Abandonó Dios al hombre después del pecado original?
No. Tan grande es el amor de Dios por el hombre,  que le prometió un Redentor.


Temas de discusión:
1. Roberto ha colocado en la rama de un árbol un “llamador de ángeles”, para convocar a su ángel guardián, que se llama como él. ¿Qué piensas de esta actitud?

2. Si Dios ha creado al mundo perfecto, ¿por qué hay guerras, hambre, enfermedades?