La Santísima Trinidad
( CEC 198-278; 232-260)
La Trinidad Corona a la Virgen (detalle)
El Dios de nuestra Fe es el que se ha revelado en
la Creación. El que se fue revelando paulatinamente en el Antiguo y Nuevo
Testamento.
Leemos Gen 1, 1-2
Leemos Ex 3, 1-10 y 13-16
De la lectura de estos
pasajes de la Biblia, podemos decir de Dios que es:
eterno
Esto es, que ha
existido siempre, que siempre existirá, que no hay cambio ni mutación (es
inmutable) en El. Es siempre el mismo.
omnipotente
Todo lo puede.
Para El nada es imposible.
creador
de todas las
cosas, del mundo, del hombre, del universo.
omnipresente
y omnisciente
está presente en todo y todo lo ve y conoce,
aún nuestros pensamientos.
inefable
su esencia no
puede encerrarse en definición alguna. Ninguna palabra humana puede expresarlo
adecuadamente. Es un misterio.
Verdad
pues es
perfección, belleza
Amor
pues es bondad
infinita
misericordioso
pues es
compasivo
santo
espíritu
purísimo
pues no tiene
componente material alguno
Leemos Jn 1,1-2
Jn 1, 14
Hch 2,1-4
Ahora, además, podemos decir de
Dios que es Trinitario (CEC
232-260)
En Dios hay tres personas.
Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Tres personas distintas pero
un sólo Dios verdadero.
Por la Revelación de
Jesucristo sabemos y confesamos que en Dios Uno, hay tres personas.
Mt
11,27
Lc
10,22
Jn
1,18
La Trinidad es una sola. No
creemos en tres dioses, ni en tres partes o aspectos de Dios.
La Trinidad es
consubstancial (= sustancia, naturaleza). El Padre es consubstancial al Hijo,
el Hijo consubstancial al Padre, el Espíritu Santo es consubstancial al Padre y
al Hijo.
El Padre es Dios
El Hijo es Dios
El Espíritu Santo es Dios.
Pero las tres personas son
distintas:
El Padre engendra al Hijo
El Hijo es engendrado por el
Padre
El Espíritu Santo es el amor
mutuo del Padre y del Hijo; el amor con que Dios nos ama con amor infinito y
misericordioso.
¿Cómo puede ser ésto?
Es un misterio. Misterio
insondable, inefable.
Se dice de San
Agustín que iba caminando por la playa pensando en cómo podía ser que Dios
fuera Uno y Tres al mismo tiempo. De pronto ve a un niño que sacaba agua del
mar con una copa, y la introducía en un hoyo en la arena. Una y otra vez el
niño realizaba esta operación. Extrañado por ese comportamiento, Agustín le
pregunta qué es lo que hace. El niño responde: Quiero poner toda el agua del
mar en este hoyo. Agustín le dice que ésto no es posible. Y el niño le
contesta: Es más fácil que toda el agua del mar quepa en un hoyo en la arena,
que el que alguien pueda comprender el
misterio de la Santísima Trinidad.
De
los nombres de Dios
Padre
Yaveh
Elohim
El
El que Es
El que Soy
Abba
Hijo
el Verbo
el Hijo del
Hombre
Jesús
Mesías
Jesucristo
Cristo
Espíritu Santo (en hebreo
ruah: soplo, viento, aire)
Paráclito
(consolador)
Espíritu de la
Promesa
Espíritu de la
Adopción
Espíritu de
Cristo
Espíritu del
Señor
Espíritu de
Dios
Espíritu de
Gloria
Honramos a la
Santísima Trinidad cuando rezamos el Gloria
Un incrédulo
ilustrado preguntaba a un sencillo campesino: “¿Cuál es el tamaño de tu Dios?”
Y el campesino respondió:
“Dios es tan
grande, que no cabe en su cabeza; Dios es tan pequeño, que cabe en mi corazón.”
Preguntas
resumen:
1. ¿Quién es Dios nuestro Señor?
Dios
es el ser infinitamente perfecto, creador del
cielo y de la tierra.
2. ¿Dios revela su nombre?
Sí,
revela su nombre a Moisés diciéndole “Yo soy el que soy”.
3. ¿Hay un sólo Dios?
Sí,
hay un sólo Dios
4. ¿Dios ha existido siempre?
Si,
ha existido siempre y siempre existirá, porque es eterno.
5. ¿Dónde está Dios?
En
el cielo, en la tierra, en todo lugar. Lo ve todo, aún nuestros pensamientos.
6. ¿Cuántas personas hay en Dios?
Tres personas distintas y un sólo Dios verdadero
7. ¿Cuáles son esas personas divinas?
El
Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
8. Las tres Personas de la Santísima
Trinidad ¿son un sólo Dios?
Sí.
El Padre es Dios, el Hijo es Dios; el Espíritu Santo es Dios. Tres Personas
distintas y un sólo Dios verdadero.
Temas de discusión:
1.
La mayoría de la gente dice que cree en Dios, pero en la práctica vive como si
no existiera. Da ejemplos de cómo se manifiesta en el mundo moderno esta
actitud.
2.
Leer el Ordinario de la Misa y descubrir las veces que nos dirigimos a la
Trinidad.
