Módulo 15: Bautismo

(CEC 1213-284)

San Juan bautiza a Jesús


Es el primero y más necesario de los sacramentos, pues es la puerta que abre el acceso a los otros seis; sin él no se pueden recibir los otros.

La palabra bautismo significa bañarse o lavarse. Alude a la forma como se hacía antes, cuando el bautizado era sumergido en un río o en una fuente. Se quiere dar a entender que uno es hundido en la muerte de Cristo, y El con su sangre nos lava de nuestros pecados. Ahora, se echa un poco de agua sobre la cabeza, como signo de purificación y de vida.

El Bautismo nos hace hijos de Dios, templos vivos del Espíritu Santo y herederos del Cielo. El Bautismo borra el pecado original y, si el bautizado es un adulto, borra también todos los pecados mortales y veniales que haya cometido con tal de que esté arrepentido de ellos.

El Bautismo es un nacimiento a la vida sobrenatural. Por eso enseña Jesús: «quien no naciere del agua y del Espíritu Santo, no puede entrar en el reino de los Cielos» (Jn 3,5). El agua toca nuestro cuerpo; el Espíritu Santo transforma nuestra alma.

El Bautismo de Juan el Bautista fue como una preparación al verdadero bautismo. Era una señal de arrepentimiento, pero no cambiaba al hombre por dentro. El Bautismo proviene del mismo Jesús. Al despedirse de sus discípulos después de la Resurrección, les dijo: “Vayan por todo el mundo y anuncien a todos este mensaje de salvación. El que crea y sea bautizado, será salvo” (Mc 16,15-16)

Es tan importante y necesario el Bautismo que sin él no hay normalmente salvación. Por eso, en caso de peligro de muerte, cualquiera puede y debe bautizar. Se hace derramando agua natural sobre la cabeza del que se bautiza, al mismo tiempo que se dice. «N.N., yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo», con intención de hacer lo que hace la Iglesia. Es decir: el ministro ordinario es  el sacerdote y  el extraordinario cualquier persona bautizada.

Por el Bautismo nos comprometemos a vivir de un modo digno de Cristo ya que, en cierto modo, somos «otros Cristos» por la gracia, por ser miembros de su Cuerpo, debiendo mostrar a todos con nuestro modo de vivir, que Cristo vive en nosotros.

Por el Sacramento del Bautismo nacemos a la vida de la gracia, nos hacemos cristianos, miembros de la Iglesia y herederos del cielo.

En el ritual del Bautismo se incluyen uno o varios exorcismos y el bautizando renuncia explícitamente  a Satanás.

La materia, el signo sensible del Bautismo, es el agua. Dios quiso que se emplease el agua pues, siendo el bautismo absolutamente necesario, convenía que la materia del mismo estuviese al alcance de todos, y como se ve, el agua abunda en todas partes y no cuesta nada. Además, el agua expresa con propiedad la ablución o purificación.
El agua empleada es agua natural, común, de fuente, pozo, lluvia, de la canilla, sin ningún elemento extraño. No es materia válida el agua perfumada, ni té, vino, etc.

Hay otros elementos presentes en el bautismo, pero no son los más importantes: el santo crisma, con el que se hace la unción del bautizando; el cirio encendido que significa la luz de la fe; la vestidura blanca, que significa la pureza y dignidad de los hijos de Dios.

Pueden ser padrinos las personas bautizadas y confirmadas, mayores de 16 años, designadas por la madre o el padre; no pueden ser padrinos los padres de los hijos, el cónyuge de otro cónyuge, los no católicos, las personas que llevan vida escandalosa, los divorciados vueltos a casar.


¿Quiénes pueden recibirlo? Cualquier persona viva. Lo recibimos una sola vez, pero podemos renovar las promesas hechas el día de nuestro bautismo en la Vigilia Pascual del Domingo de Resurrección.

La práctica de bautizar a niños recién nacidos es muy antigua. Los padres que postergan el bautismo de sus hijos para cuando estos sean mayores y decidan por sí mismos, privan al niño de la gracia inestimable de ser hijos de Dios. El dogma del pecado original nos enseña que todo hombre nace desposeído de la gracia santificante, que debe adquirirse mediante el bautismo. Pecan gravemente quienes por negligencia, dilaten sin  motivo el momento de bautizar a los niños.
En cuanto a los niños muertos sin bautismo, la Iglesia nos invita a tener confianza en la misericordia de Dios y a orar por su salvación.

Figuras bautismales

Mucho antes de instituir el Bautismo, Dios lo había dado a conocer por medio de figuras y profecías.

En el AT el Bautismo es prefigurado:
por el diluvio, con cuyas aguas Dios purificó el mundo de las maldades de que estaba inundado.
por la circuncisión que se daba a los judíos.
por el paso del Mar Rojo; así como los israelitas, pasando por las aguas de ese mar se vieron libres de la esclavitud de Egipto, así también el cristiano, por el agua del bautismo, queda libre de la esclavitud del pecado original.
por el agua que brotó de la roca herida por la vara de Moisés.

Anunciaron el Bautismo:
La profecía de Isaías: “Todos los que estén sedientos, venid a las aguas” (Is 55,1), que es una invitación a acudir a la Iglesia.
La visión de Ezequiel, que vió brotar agua del umbral del templo (Ez 47, 1).
La fuente que profetizó Zacarías a la descendencia de David y a los habitantes de Jerusalen ( o sea a la Iglesia Católica) destinada para  purificación del pecador (Zac 13,1)


Preguntas resumen:

1. ¿Qué es el Bautismo?
El sacramento que borra el pecado original, nos hace hijos de Dios y herederos de la gloria.
2. ¿ Quién es el ministro del Bautismo?
El sacerdote; pero en caso de necesidad, cualquier bautizado puede administrarlo.
3. ¿Cuál es la materia del Bautismo?
El agua
4. ¿Cómo se administra el Bautismo?
Derramando agua sobre la cabeza del que se va a bautizar, diciendo: “N.N. yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
5. Es necesario el Bautismo para salvarse.
Sí, es necesario para salvarse.


Temas de discusión:

1. ¿Te gustaría que la Iglesia volviera a la antigua costumbre de bautizar sólo a la gente adulta y no a los niños? ¿Qué ventajas y desventajas supones que traería?
2. Poner a los niños nombres de santos ¿es una costumbre pasada de moda? ¿Qué nombres te parecen más apropiados para la época actual? ¿O crees que la cuestión del nombre no tiene mayor importancia?

Actividades:

1. Lee en el AT las profecías referidas al Bautismo: Is 55,1; Ez 47, 1; Zac 13,1
2. Busca en el NT el pasaje referido al Bautismo de Jesús en el Jordán.